jueves, 17 de noviembre de 2011

LOS MUERTOS NO SE TOCAN, NENE. El humor en los 50


LOS MUERTOS NO SE TOCAN, NENE. País: España. Año: 2011. Duración: 90 min. Dirección: José Luis García Sánchez. Intérpretes: Blanca Romero, Silvia Marsó, Mariola Fuentes, Laurentino Rodríguez, Airas Bispo, Carlos Álvarez-Novoa, Pepe Quero, Carlos Iglesias, Álex Angulo, Javier Godino, Teo Planell, Priscilla Delgado, Luis Bermejo, Tina Sainz, Pedro Civera, Fernando Chinarro, Carlos Larrañaga, María Galiana. Guión: David Trueba, Bernardo Sánchez y José Luis García Sánchez, basado en la novela homónima de Rafael Azcona. Productor: Juan Gona. Director de producción: Sergio Díaz. Fotografía: Federico Ribes. Montaje: Mercedes Cantero. Música: Antonio Meliveo. Dirección de Arte: Carmen Castañón. Maquillaje: Pepe Quetglas. Género: Comedia. Estreno en Sevilla: 4 Noviembre 2011, en el SEFF'11. Estreno en España: 18 Noviembre 2011.
En tiempos de penurias y represión como los que se vivían en España en los años 50, había que echar mano del humor para compensar la balanza. Rafael Azcona fue modestamente en la literatura y genialmente en el cine, un maestro de la ironía y el humor negro. En aquella década colaboró, entre otros, con el director italiano Marco Ferreri y juntos rodaron El Pisito y El Cochecito, dos ejemplos magníficos de cine social con grandes dosis de comicidad.
Ahora, tanto tiempo después, tras la muerte del guionista en 2008, su fiel amigo José Luis García Sánchez, ha decidido llevar a la pantalla la novela que cerraría la trilogía comenzada con Ferreri. Sí, en pleno siglo XXI y cuando es obvio que el público prefiere ver otro tipo de cine, un grupo de idealistas adaptan la palabra de Azcona y realizan una película en blanco y negro ambientada en los 50.
Estrenada en Sevilla en el marco del Festival de Cine Europeo, dos semanas antes que en el resto de España, Los muertos no se tocan, nene me ha dejado un recuerdo muy pobre. Durante la primera media hora de metraje se suceden los mejores momentos de la cinta. Es donde el reparto coral se mueve a su gusto con bastante frescura, cuando los personajes derraman esa mala baba nacida del ingenio de Azcona, cuando el abuelo de la familia poco antes de morir se despide del mundo de manera memorable diciendo "patata, patata". Genialidades del autor bien resueltas por la compenetración del equipo técnico y artístico. Sin embargo, lo bueno dura poco y el guión decae considerablemente en el segundo acto cuando la gracia ya no la producen los diálogos irónicos y de humor negro, sino la mucho más cuestionable, y para mí totalmente desafortunada, gracia escatológica. Demasiado tiempo dedicado a este episodio para después caer en un tramo final absolutamente mediocre.
En cuanto a los actores, como suele ocurrir en los repartos corales, también hay sus más y sus menos. Las actuaciones de Tina Sainz y María Galiana no me gustan por exageradas y teatralizadas. Más convincentes resultan Blanca Romero, Pepe Quero y Carlos Álvarez Novoa. Pero si me quedo con alguien es sin duda con ese abuelo moribundo interpretado por Laurentino Rodríguez.

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