DETRÁS DE LAS PAREDES. Título original: Dream House. País: USA. Año: 2011. Duración: 92 min. Dirección: Jim Sheridan. Intérpretes: Daniel Craig, Rachel Weisz, Naomi Watts, Elias Koteas, Marton Csokas, Rachel Fox, Jane Alexander. Guión: David Loucka. Producción: James G. Robinson, David Robinson, Daniel Bobker y Ehren Kruger. Fotografía: Caleb Deschanel. Música: John Debney. Montaje: Glen Scantlebury y Barbara Tulliver. Diseño de producción: Carol Spier. Vestuario: Delphine White. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España. Género: Terror, Suspense. Estreno en USA: 30 Septiembre 2011. Estreno en España: 4 Noviembre 2011.
Hay directores a los que hay que seguir siempre. Pocas veces decepcionan, y Jim Sheridan es uno de ellos. En su filmografía destacan Mi Pie Izquierdo, En el Nombre del Padre, Domingo Sangriento, En América, y la más reciente Hermanos. Todas éstas son buenas o excelentes películas, ninguna de ellas puede considerarse mediocre, y mucho menos, mala, tan mala como es Detrás de las Paredes. Ni el director ni los principales actores la han promocionado, todos han renegado del resultado final. Y no me extraña.
Eso sí, al público le da igual lo que piensen los críticos, y en este caso hasta el equipo artístico. Los espectadores han llenado las salas y ha sido la más taquillera en el primer fin de semana de su estreno en España. La mayoría de los que han ido a verla seguro que no tenían en cuenta que su director es uno de los nombres más apetecibles del actual cine británico, seguramente iban arrastrados por el género de terror, por el tirón del reparto, y por un tráiler que revelaba mucho más de lo necesario. A muchos, seguro que no les ha defraudado.
A mí sí, a mí me ha parecido simplemente un despropósito de guión inconcebible. La historia gira, de nuevo, en torno a una casa con pasado tétrico y una familia ejemplar que se ve envuelta en todo lo malo que arrastra su nueva vivienda. La que iba a ser 'la casa de sus sueños' (como acertadamente dice el título original) se convierte en la casa de sus peores pesadillas. Pero el problema no es que este argumento resulte manido, no, lo grave es que cuando quieren darle la vuelta de tuerca original al guión, la fastidian por completo porque recurren a efectos incoherentes e increíbles. Trampas y más trampas para solucionar el lío en el que se habían metido.
Nada puede hacer el trío protagonista por mucho que se empeñe. Daniel Craig, Rachel Weisz y Naomi Watts siempre son apuestas seguras en cualquier reparto que se precie. Incluso aquí ponen su gran capacidad interpretativa en manos del ridículo. Menos mal que Craig y Weisz sacaron algo positivo de su paso por esta cosa, ellos se enamoraron en el rodaje e iniciaron una vida en común. Seguro que no les habrá importado demasiado la ruina del resultado final.
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