AMANECER-PARTE 1. Insufrible ¡y aún queda otra!

AMANECER-PARTE 1. Título original: The Twilight saga: Breaking dawn - Part 1. País: USA. Año: 2011. Duración: 117 min. Dirección: Bill Condon. Intérpretes: Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner, Dakota Fanning, Michael Sheen, Maggie Grace, Ashley Green, Nikki Reed, Jackson Rathbone, Billy Burke, Kellan Lutz, Anna Kendrick, Peter Facinelli, Lee Pace, Elizabeth Reaser, Julia Jones, Jamie Campbell Bower. Guión: Melissa Rosenberg, basado en la novela de Stephanie Meyer. Producción: Wyck Godfre, Karen Rosenfelt y Stephanie Meyer. Fotografía: Guillermo Navarro: Música: Carter Burwell. Montaje: Virginia Katz. Diseño de producción: Richard Sherman. Vestuario: Michael Wilkinson. Distribuidora: Aurum. Género: Romance, Drama, Fantástico. Estreno en USA: 18 Noviembre 2011. Estreno en España: 18 Noviembre 2011.

Si algo hay que agradecer a este boom literario y cinematográfico de la saga Crepúsculo es que avalanchas de adolescentes corren a las librerías y a los cines para devorar cada una de las entregas. Quizá esta dudosa afición haga de ellos en el futuro ávidos lectores de todo tipo de géneros y cinéfilos empedernidos hasta de cine ruso en versión original con subtítulos. Ojalá.

Porque si es por los valores artísticos de las películas de la saga (no puedo opinar de los libros porque no he leído ni una línea de las novelas de Stephanie Meyer) no encontramos nada bueno. Perdón, rectifico, algunos aportes técnicos destacan por encima del producto terminado, como la fotografía. Nuestro Javier Aguirresarobe firmó alguno de los títulos anteriores y ahora Guillermo Navarro también se esmera para nada, porque el resultado total es de vergüenza ajena.

Es comenzar la historia con ese halo ñoño de los protagonistas susurrando sus penosos diálogos, para que el espectador maduro pierda cualquier atisbo de esperanza sobre lo que continuará. A saber: un bodorrio que hace las delicias de las jovencitas en la sala, una luna de miel más patética aún que el enlace matrimonial, y un embarazo con tintes dramáticos que pretende ser el meollo intenso de la función. Poco vampirismo, por no decir ninguno, y algún que otro cabreo del licántropo cachas. Así he visto yo este Amanecer - Parte 1, sí porque aún queda la segunda parte, la que anuncian como definitiva ¡menos mal!. Ya falta menos para cerrar el paquete de glucosa en sangre más explotado de la historia del cine.