lunes, 7 de noviembre de 2011

LA ENFERMERA DEMENTE Y LOS TRAUMAS FAMILIARES

Urszula Antoniak en el SEFF'11

El lunes del Festival ha sido para mí de lo más funesto. En sección oficial he visto Code Blue, de Urszula Antoniak, coproducción entre Holanda y Dinamarca dirigida por la autora de la estimable Nothing Personal, una película en la que si bien detectábamos cierta carga traumática en su personaje femenino, en esta otra su protagonista es ya una demente total sin posibilidad de superación. Viendo Code Blue vuelvo a revivir La pianista de Michael Haneke, pero peor. Al menos el director germano austríaco hacía algo novedoso en el tratamiento cinematográfico de lo enfermizo, pero Antoniak, que se ha confesado en rueda de prensa deudora de su cine, sólo repite moldes. El guión incluye perversiones  y más trampas que la letra pequeña de los contratos. La enfermera protagonista está más enferma que los terminales a los que supuestamente cuida antes de acabar con ellos sólo por morbo, no como forma de eutanasia. Es una mujer reprimida sexualmente que se excita con violaciones y espiando a vecinos tan perturbados como ella. Las secuencias sadomasoquistas tampoco nos faltan en esta "delicia", que eso sí, está espléndidamente rodada. Cuidadosa en la fría iluminación, con planos simétricos más que angustiosos y planos detalle realistas pero innecesarios.
No me interesa este cine que emerge "desde los intestinos" como ha dicho la directora, quién también asegura que su obra es "arriesgada". En fin, si arriesgar es mostrar gratuitamente las miserias más profundas de determinados seres, prefiero los experimentos con gaseosa. Menos riesgos y más sesiones de psicoterapia, por favor.
Tras esta desagradable experiencia apenas he mejorado con Beyond de Pernilla August, la musa de Bergman del que le ha quedado la sordidez y poco más. Se trata de una producción sueca dentro de la sección EFA, es decir, pre-nominada para los Premios Europeos. Para su debut en la dirección, August ha elegido una manida historia de traumas sin cerrar en el seno familiar. Tampoco nos ahorra detalle la sueca del pasado de alcohol y excesos de unos progenitores así como de los dramáticos efectos sobre sus vástagos. Y esta vez la forma de contarlo es bastante tópica, oscilando entre el presente y el pasado con largos flash backs. La pobre Noomi Rapace, protagonista de esta peli y de la trilogía Millenium, se está labrando un perfil de torturada del que le va a costar salir para dar el salto a la comedia.
En fin, lo dicho, un horror de programa doble. Eso sí, cine europeo y profundo. Después de tres días en el SEFF, ya me va apeteciendo una peli comercial.

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