NADER Y SIMIN, UNA SEPARACIÓN. Todos tienen sus razones

NADER Y SIMIN, UNA SEPARACIÓN. Título original: Jodaeiye Nader az Simin. País: Irán. Año: 2011. Duración: 123 min. Dirección y guión: Asghar Farhadi. Intérpretes: Peyman Moaadi, Leila Hatami, Sareh Bayat, Shahab Hosseini, Sarina Farhadi. Producción: Asghar Farhadi. Fotografía: Mahmuoud Kalari. Música: Sattar Oraki. Montaje: Hayedeh Safiyari. Diseño de producción: Keyvan Moghaddam. Distribuidora: Golem. Género: Drama. Estreno en Irán: 16 Marzo 2011. Estreno en España: 7 Octubre 2011.

Que se trate de una película iraní no debería echar para atrás a ningún espectador. Sí, ya sé que el cine que procede de aquellos lares acostumbra a pecar de muermo, aunque los cinéfilos más eruditos y los festivales del mundo mundial se encarguen de disfrazar la pesadez y pedantería con sensibilidad exótica. Pero créeme, en esta ocasión no lamentarás haber pagado el precio de la entrada. Fuera prejuicios, si los tienes todavía. Este director, Asghar Farhadi, es de los que no defraudan. En su anterior película, A propósito de Elly (2009) encandiló con una historia de desapariciones misteriosas de gran altura, y en esta Nader y Simin, una separación convence de nuevo con una trama más compleja aún en la que tienen cabida difíciles relaciones familiares e investigaciones judiciales al más puro estilo occidental.

Y es que Farhadi debe tener unas fuentes cinéfilas cercanas al cine clásico de Hollywood, tanto por la agil narración como por la cantidad de cosas que pasan y los jugosos diálogos. Pero no pienses que vas a ver una típica peli americana rodada por un iraní, ni mucho menos, las raíces y los sentimientos están más que localizados en el país árabe. Gracias a las vivencias personales y familiares de los personajes asistimos a una fabulosa clase de Historia actual en la que descubrimos atónitos el alto grado de represión enfermizo que padece aquella sociedad. Es admirable comprobar cómo a partir de la separación de un matrimonio de clase media iraní, la película plasma todo un entramado de situaciones que desembocan en los miedos ancestrales generados por el fundamentalismo político y religioso. La culpa, las mentiras encadenadas, el encubrimiento o la sospecha habitan en cada uno de los personajes para llevarnos a la conclusión de que todos ellos tienen sus razones para actuar como lo hacen en cada momento.

Nader y Simin, una separación es un prodigio de película la analices por donde la analices. Tiene la habilidad de interesar mostrando la realidad social sin resultar moralizante, te deja clavado en la butaca a la espera de más aunque empiecen a salir los títulos de crédito en árabe, y al final te vas a casa reflexionando y cuestionándote el por qué de los flecos sueltos que ha ido dejando adrede el director para que la experiencia de ir al cine y ver una buena película no se acabe cuando se encienden las luces de la sala.