sábado, 15 de octubre de 2011

CONTAGIO. A mí ni me toques


CONTAGIO. Título original: Contagion. País: USA. Año: 2011. Duración: 106 min. Dirección: Steven Soderbergh. Intérpretes: Matt Damon, Marion Cotillard, Laurence Fishburne, Jude Law, Gwyneth Paltrow, Kate Winslet, Chin Han, Elliott Gould, Josie Ho. Guión: Scott Z. Burns. Producción: Michael Shamberg, Stacey Sher y Gregory Jacobs. Fotografía: Peter Andrews. Música: Cliff Martínez. Montaje: Stephen Mirrione. Diseño de producción: Howard Cummings. Vestuario: Louise Frogley. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España. Género: Catástrofes. Estreno en USA: 9 Septiembre 2011. Estreno en España: 14 Octubre 2011.
Steven Soderbergh (Sexo, mentiras y cintas de vídeo, Traffic, Ocean's Eleven) tiene la capacidad de reunir en sus películas a las más rutilantes estrellas del celuloide, lo malo es que también suele desaprovecharlas en productos efectistas y grandilocuentes como éste. Contagio es un globo hinchado más en su desigual filmografía y su primera incursión en el género de catástrofes. Un tipo de cine que se hizo muy popular en los años 70 y 80, y que en pleno siglo XXI se adapta a miedos más actuales por culpa de alertas médicas tan recientes como la del pepino.
Abstenerse hipocondríacos porque lo que no se le puede negar a esta peli es que produce cierta inquietud en el espectador, aunque sólo en los primeros minutos de metraje -los mejores sin lugar a dudas-. Un leve contacto basta para que se transmita velozmente el virus letal de origen desconocido al principio, y la forma de contarlo con la cámara es lo más interesante del filme, con planos cortos o detalle de un cuenco de cacahuetes en un bar, un móvil olvidado, un apretón de manos... Resultan prometedores esos minutos que cuentan los días en los que comienza la gran epidemia mundial, los primeros afectados y sus muertes fulminantes, las explicaciones médicas, los personajes que se van incorporando a las investigaciones, el bloggero que desconfía de las versiones oficiales, todo esto es lo más estimulante de la película. Lástima que esa narración in crescendo dure poco más de quince o veinte minutos, el resto es fatigoso, los personajes más interesantes mueren pronto y los que van quedando se desinflan en un santiamén (patético y sobreactuado Jude Law, al que afean con un diente postizo, y Marion Cotillard, que ni te explicas qué pinta en esta historia). En fin, cuando la pandemia va por el Día 137 puede que ni el espectador más influenciable sienta el más mínimo temor, sólo aburrimiento.



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