sábado, 15 de octubre de 2011

FOUR LIONS. Maldita la gracia


FOUR LIONS. País: Reino Unido. Año: 2010. Duración: 97 min. Dirección: Chris Morris. Intérpretes: Riz Ahmed, Arsher Ali, Nigel Lindsay, Kayvan Novak, Adeel Akhtar, Benedict Cumberbatch, Julia Davis, Craig Parkinson, Preeya Kalidas, Wasim Zakir. Guión: Chris Morris, Jesse Armstrong y Sam Bain. Producción: Mark Herbert y Derrin Schlesinger. Fotografía: Lol Crawley. Montaje: Billy Sneddon. Diseño de producción: Dick Lunn. Vestuario: Charlotte Walter. Distribuidora: Alta Classics. Género: Comedia dramática. Estreno en Reino Unido: 7 Mayo 2010. Estreno en España: 30 Septiembre 2011. Estreno en Sevilla: 14 Octubre 2011.
Humor negro e imbecilidad llevados hasta límites insospechados. Así es Four Lions, una película sobre un asunto tan actual y difícil de tratar, a priori, como el terrorismo internacional, realizado además en clave de comedia, de hilarante comedia. En manos de cualquiera este experimento habría resultado fallido, pero el cómico británico, Chris Morris, procedente del mundo de la radio, ha huido del tópico fácil y ha urdido en su debut cinematográfico una historia respetuosa que te hace reír al mismo tiempo que te hiela la sangre. Porque a poco que te recuperes de la última carcajada y reflexiones sobre lo que estás viendo en la pantalla, hay que preguntarse qué tenemos en el cerebro los humanos.
La propuesta es arriesgada y eso la hace más estimulante aún, ya que contar cómo un grupo de ineptos terroristas islamistas planea un atentado a gran escala en Londres, un lugar golpeado recientemente por uno de ellos, parece una tarea imposible. Pero ahí están los estupendos resultados. Las situaciones superan la astracanada, por momentos me recuerda a los memorables gags de películas como El Guateque (1968) o de clásicos del cine mudo de la comedia slapstick (la que se caracterizaba por los golpes y caídas de los protagonistas). Los diálogos también son de altura, tanto los más absurdos como los más sutiles (atención a esa versión integrista de El Rey León). Y los actores, desconocidos pero veraces, tanto protagonistas como secundarios clavan sus papeles y en sus rostros se refleja esa estupidez que nos hace tanta gracia, maldita la gracia.
Imposible quedarse con una sola secuencia porque hay un buen puñado divertidísimas que ilustran la incapacidad del ser humano, tanto de los terroristas como de los que nos protegen, porque a nadie se le escapa la sorna con la que Four Lions retrata a autoridades y fuerzas estatales, que más de una vez han errado sus objetivos en sucesos reales. Para muestra, el demencial final en plena maratón. No te la debes perder.

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