sábado, 29 de octubre de 2011

MARGIN CALL. ¡Sálvese quien pueda!


MARGIN CALL. País: USA. Año: 2011. Duración: 109 min. Dirección y guión: J.C. Chandor. Intérpretes: Kevin Spacey, Paul Bettany, Jeremy Irons, Zachary Quinto, Penn Badgley, Demi Moore, Mary McDonnell, Stanley Tucci, Simon Baker. Producción: Michael Benaroya, Neal Dodson, Zachary Quinto, Robert Ogdent Barnum, Corey Moosa y Joe Jenckes. Fotografía: Frank G. Demarco. Música: Nathan Larson. Montaje: Pete Beaudreau. Diseño de producción: John Paino. Vestuario: Caroline Duncan. Distribuidora: Wanda Visión. Género: Drama, thriller. Estreno en USA y en España: 21 Octubre 2011.
De seguir con esta progresión, vamos a contabilizar más películas sobre la funesta crisis que sobre la Guerra Civil. Las tragedias no son comparables, desde luego, pero como tengo reciente La Voz Dormida y otras críticas que la tachan de contar más de lo mismo, de repente se me ha ocurrido pensar en títulos sobre la actual catástrofe monetaria como temática principal o secundaria: Up in the air, Larry Crowne, Cómo acabar con tu jefe, Wall Street 2, Inside Job... por citar sólo algunos. Pero de éstos, el mejor sin duda es Margin Call.
Un contundente retrato, elegante y sin concesiones a la galería, sobre el origen de la recesión económica que vive el mundo entero desde hace un par de años. Se sitúa en un tiempo limitado a 24 horas y a un gran banco de inversiones, de esos que manejan el mercado internacional y que los individuos de a pie ni siquiera llegamos a imaginar cómo funcionan y mucho menos cuántos ceros llevan los sueldos de sus empleados. En ese reducido espacio, el debutante J.C. Chandor escribe y dirige un filme que, a pesar de lo árido del asunto, logra cotas de auténtico thriller de suspense y, si me apuras, de cine de terror. Porque a mí me daba miedo ver lo que con tanta verosimilitud te explica este sólido y fascinante guión, y a muchos espectadores en la sala también, ya que los suspiros, resoplidos y los movimientos de cabeza asintiendo en silencio las reacciones de los personajes se sucedían a mi alrededor durante toda la película.
El reparto mejora, si cabe, al magnífico guión. Desde el sobresaliente Stanley Tucci, el primer despedido y cuyo trabajo desata el pánico financiero en la empresa, a la recuperada estrella Demi Moore, en un papel de jefaza en la cuerda floja. Y más jefes: Paul Bettany, Kevin Spacey y Jeremy Irons, siempre por encima de la media, el televisivo Simon Baker (El Mentalista) y los jóvenes emprendedores Zachary Quinto (también productor de la cinta) y Penn Badgley, quizás el que tiene que batallar con el personaje menos agradecido de la función.
Su dinámica narración no decae nunca. Para colmo goza de diálogos incisivos y de alguna que otra secuencia aplastantemente reveladora como la de la foto elegida para ilustrar esta crítica.

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