lunes, 12 de septiembre de 2011

LA DEUDA. Las cicatrices de la mentira

 
LA DEUDA. Título original: The debt. Países: USA, Gran Bretaña. Año: 2010. Duración: 113 min. Dirección: John Madden. Intérpretes: Helen Mirren, Jessica Chastain, Sam Worthington, Ciarán Hinds, Tom Wilkinson, Marton Csokas, Jesper Christensen. Producción: Eduardo Rossof, Kris Thykier, Matthew Vaughn y Eitan Evan. Guión: Matthew Vaughn, Jane Goldman y Peter Straughan, basado en el guión escrito por Assaf Berstein e Ido Rosenblum para la película Ha-hov (Israel, 2007). Fotografía: Ben Davis. Música: Thomas Newman. Montaje: Alexander Berner. Diseño de producción: Jim Clay. Vestuario: Natalie Ward. Distribuidora: Universal Pictures International Spain. Género: Espionaje,Thriller. Estreno en USA: 31 Agosto 2011. Estreno en España: 8 Septiembre 2011.
Con un atractivo argumento narrado simultáneamente en dos tiempos distintos, en 1966 y 1997, John Madden, irregular director británico que triunfó con Shakespeare in Love (1998) y se hundió en lo más profundo con La mandolina del capitán Corelli (2001), por citar sólo dos de sus obras, realiza en La deuda una, por momentos, apasionante película de espías pero también de expiación. Lástima que haya tanta diferencia entre la parte ambientada en el Berlín oriental del 66 en la que tres israelíes agentes del Mosad participan en una operación para dar caza a un sanguinario médico nazi, y la acción que transcurre 30 años después, cuando los agentes se reencuentran y deben cada uno a su manera cerrar el capítulo que dejaron abierto tres décadas atrás.
Las vidas de los tres protagonistas no sólo giran en torno al ajuste de cuentas con el médico autor de los más salvajes experimentos en el campo de concentración de Birkenau (impresionantemente interpretado por el actor danés Jesper Christensen) entre ellos también habitan los sentimientos pasionales, los silencios y miradas, desencuentros y huidas. Todo esto está tan bien contado en imágenes y en concisos pero efectivos diálogos que atrapa a cualquier espectador que se acerque con un mínimo interés a la película. Los actores encargados en la etapa joven de hacer creíble esta historia resultan de lo más acertados, atención a Jessica Chastain, toda emotividad en cada plano, porque será una de las caras que más veremos en la pantalla próximamente, ya que aparece en la inminente El árbol de la vida, de Terrence Malick, en el gran éxito de la temporada en USA, Criadas y Señoras, en Los idus de marzo de George Clooney, y en Wilde Salomé de Al Pacino, estas dos presentadas en el reciente Festival de Venecia. Hasta el siempre hierático Sam Worthington sabe sacar partido de su habitual inexpresividad para crear al más contenido de los personajes. Sin embargo, a pesar de que el nivel de los protagonistas en la etapa de 1997 es igualmente elevado, espléndidos como siempre Helen Mirren y Tom Wilkinson, este tramo no está tan bien narrado, carece de la fuerza de la primera etapa, sobre todo el precipitado y poco verosímil final, aunque es donde más se habla de la expiación, de las cicatrices que dejan las mentiras en el alma, y en uno de los personajes también en el rostro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario