martes, 20 de septiembre de 2011

LA CARA OCULTA. Como Buried, pero aún peor

 
LA CARA OCULTA. Países: España y Colombia. Año: 2011. Duración: 103 min. Dirección: Andrés Baiz. Intérpretes: Quim Gutiérrez, Clara Lago, Martina García, Alexandra Stewart. Guión: Andrés Baiz y Hatem Khraiche Ruiz-Zorrilla, basado en un argumento de H. K. Ruiz-Zorrilla y Arturo Infante. Producción: Christian Conti y Andrés Calderón. Fotografía: José M. Civit. Música: Federico Jusid. Montaje: Roberto Otero. Diseño de producción: Bernardo Trujillo. Distribuidora: Hispano Foxfilm. Género: Suspense, Thriller. Estreno en España: 16 Septiembre 2011.
Qué afán por encerrar o enterrar al personal, si al menos lo hicieran creíble. Como en Buried, la peli de Rodrigo Cortés, la protagonista de esta historia de celos y lecciones mal aplicadas, Clara Lago, permanece recluida durante buena parte del metraje. Esta vez, el ataúd se cambia por un búnker construido por un antiguo nazi en una mansión colombiana que alquila la pareja formada por la propia Lago y su novio, un director de orquesta interpretado por Quim Gutiérrez. Y como en Enterrado (título en español de Buried), las pasan canutas.
No hay duda de que ese tiempo de encierro es el único ligeramente gratificante de la película, porque la primera media hora es de auténtico bochorno. Desde un encuentro facilón del todo entre la otra protagonista femenina, la colombiana Martina García, y el personaje deprimente y torpe de Gutiérrez, que nunca ha estado peor que aquí. La chica también pone unas caritas que ya le vale, eso y la cantidad de planos gratuitos de desnudos frontales y duchas que tiene que darse la pobre durante los primeros 20 minutos de la película. No me olvido de los secundarios, de ese policía de chiste pegado al inhalador ¡inenarrable!.
Menos mal que tras la lamentable introducción, aparece la actriz española quien, después de un flash back más que mediocre, se adentra en el búnker -por pardilla- y ahí levanta el vuelo la película. Eso sí, para despeñarse otra vez, ya sin remisión en el tramo final, con sustos fáciles y un desenlace previsible.
El director, Andi Baiz, dice que en La Cara Oculta quiere rendir un homenaje al cine de Alfred Hitchcock, y que se ha inspirado en Rebeca, por el tema de la casa amenazadora y de la otra mujer, en Sospecha, por las dudas sobre quién es el malo, y sobre todo, en Encadenados, por la subtrama con viejos nazis y el guiño a la llave perdida. En fin, si el maestro del suspense levantara la cabeza...

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