jueves, 31 de mayo de 2012

LA SOMBRA DE LA TRAICIÓN. Richard Gere y los rusos

 
LA SOMBRA DE LA TRAICIÓN. Título original: The double. País: USA. Año: 2011. Duración: 98 min. Dirección: Michael Brandt. Intérpretes: Richard Gere, Topher Grace, Martin Sheen, Odette Yustman, Stephen Moyer, Stana Katic, Tamer Hassan, Chris Marquette. Guión: Michael Brandt y Derek Haas. Producción: Patrick Aiello, Ashok Amritraj, Andrew Deane y Derek Haas. Fotografía: Jeffrey L. Kimball. Música: John Debney. Montaje: Steve Mirkovich. Diseño de producción: Giles Masters. Vestuario: Aggie Guerard Rodgers. Género: Thriller. Distribuidora: Aurum. Estreno en USA: 28 Octubre 2011. Estreno en España: 18 Mayo 2012.
Los distribuidores españoles han elegido un nombre demasiado efectista y obvio para una cinta que en su versión original se titula The double (El doble), algo más misterioso.  Y es que enseguida se revelan demasiadas pistas en un thriller como éste, género que debería guardar mejor sus sorpresas al espectador.
Yo no voy a contar mucho, sólo diré que se trata de otra vuelta a los filmes de los años 80, con la Guerra Fría como protagonista, los rusos en su papel de malos y los americanos con sed de venganza. Richard Gere encarna a un agente del FBI retirado que es reclutado de nuevo por su jefe, Martin Sheen, ante la reaparición de un frío asesino llamado Cassius. El tercero en discordia es el joven Topher Grace, también del FBI, que se une al maduro Gere para formar ese tópico recurrente del poli experto y sobrado junto al impulsivo que tiene mucho que aprender.
Quizás contado así a algunos les pueda apetecer una hora y media de entretenimiento sin más, pero quedáis advertidos: la peli no es otra cosa que uno de esos telefilmes archiprogramables en las sobremesas televisivas. Poco o ningún aporte de calidad, ni el guión ni los diálogos, ni la planificación, ni los personajes (nula química entre los protagonistas). Para colmo se reservan algunas sorpresas poco creíbles en el tramo final, presuntamente para animar la situación, que a esas alturas del metraje no sirven para nada.
En fin, yo la considero absolutamente prescindible, pero si eres incondicional de Richard Gere o te apetece comer una palomitas al fresquito de una sala de cine, échale un vistazo. Tú verás.

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