DE TU VENTANA A LA MÍA. Poética de manual

 

DE TU VENTANA A LA MÍA. País: España. Año: 2011. Duración: 101 min. Dirección y guión: Paula Ortiz. Intérpretes: Maribel Verdú, Leticia Dolera, Luisa Gavasa, Roberto Álamo, Fran Perera, Pablo Rivero, Cristina Rota, Carlos Álvarez-Novoa, María José Moreno, Luis Bermejo, Julián Villagrán, Ramón Barea, Álex Angulo. Producción ejecutiva: Kike Mora, Puy Oria, Raúl García, David Matamoros y Montxo Armendáriz. Fotografía: Miguel Ángel Amoedo. Música: Avshalom Caspi. Montaje: Irene Blecua y Javier García Arredondo. Diseño de producción: Jesús Bosqued. Vestuario: Arantxa Exquerro y Guillén Doz. Distribuidora: Alta Classics. Género: Drama. Estreno en España: 9 Marzo 2012. Estreno en Sevilla: 20 Abril 2012.

Paula Ortiz ganó en la pasada Seminci de Valladolid el Premio 'Pilar Miró' al Mejor nuevo Director por ésta, su primera película. Un drama ambientado en tres épocas distintas y protagonizado por tres mujeres que persiguen el amor. La vida las somete a duras pruebas convirtiendo cada historia personal en una triste experiencia que, no obstante, casi siempre logra mantener una rendija de la ventana del título abierta a la esperanza.

Con marcado estilo poético, De tu ventana a la mía es un clásico ejercicio formal trabajadísimo en todos los aspectos técnicos, desde la ambientación al vestuario, la fotografía, la utilización de la música o el montaje (con unos recursos demasiado obvios de transición como ese ovillo de lana que se tiñe de rojo y que pasa de una protagonista a otra para enlazar las tres secuencias). En el apartado artístico, destacan las intensas interpretaciones de las damas protagonistas (Maribel Verdú, Leticia Dolera y Luisa Gavasa) y del resto del reparto, muy bien compenetrado pero pasado de trágico también. De las tres historias, la que transmite más fuerza y realismo es la protagonizada por los campesinos Maribel Verdú y Roberto Álamo en la dramática postguerra civil española. Lo dicho, un panorama de belleza y dolor excesivamente cargante y grandilocuente.

Paula Ortiz se postula así como una alumna aventajada del cine más pretencioso y engolado heredero del que realiza otra fémina con estela de sabia, Isabel Coixet, a la que parece admirar la novel directora aragonesa. Ésta, como la catalana, también firma el guión, un dechado de fina escritura pero también de una artificiosidad formal que sólo deja un regusto de pomposidad y afectación en el sufrido espectador.