lunes, 21 de mayo de 2012

PROFESOR LAZHAR. Educar con sentido común

 
PROFESOR LAZHAR. Título original: Monsieur Lazhar. País: Canadá. Año: 2011. Duración: 94 min. Dirección: Philippe Falardeau. Intérpretes: Mohamed Fellag, Sophie Nélisse, Émilien Néron, Danielle Proulx, Brigitte Poupart, Vincent Millard. Guión: Philippe Falardeau, basado en la obra de Evelyne de Chenelière. Producción: Luc Déry y Kim McCraw. Fotografía: Ronald Plante. Música: Martin Léon. Montaje: Stéphane Lafleur. Diseño de producción: Emmanuel Fréchette. Vestuario: Francesca Chamberland. Distribuidora: A Contracorriente. Género: Drama. Estreno en Canadá: 28 Octubre 2011. Estreno en España: 18 Mayo 2012.
Procede de Canadá, una cinematografía que no se prodiga demasiado por estos lares. Pero después de su nominación al Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa y de su paso afortunado por distintos festivales (entre ellos la pasada Seminci de Valladolid, donde consiguió el Premio de la Crítica y el de Guión) Profesor Lazhar llega a nuestros cines, siendo una de las películas de estreno más interesantes de la cartelera en estos momentos.
Recomendable, por supuesto, por su temática. Como las estimables Hoy empieza todo, de Bertrand Tavernier (1999), o La Clase, de Laurent Cantet (2008), también ésta se ocupa del complejo mundo de la educación. En concreto está ambientada en la fría ciudad de Montreal, en un aula de niños de 12 años que acaban de sufrir la muerte traumática de su profesora. Enterado por la prensa del suceso, como sustituto al puesto se presenta un inmigrante argelino, Bachir Lazhar, que será contratado de inmediato. Enseguida empleará sus particulares métodos para que los chicos se enfrenten a la pérdida de la maestra y a sus propios miedos al tiempo que él se reencuentra con su tragedia personal, la que le ha llevado a exiliarse a Canadá.
Este drama está narrado con una sensibilidad exquisita pero sin sensiblería lacrimógena, con ventanas abiertas al humor y con un sentido común que pone en evidencia las técnicas actuales de la enseñanza en oposición a la educación. Una educación plena, que también debería ser asignatura obligada en las escuelas y que tantas veces se deja a un lado para que sean los progenitores los que se ocupen de inculcar valores a sus hijos, sin conseguirlo siempre. Del papel real del profesorado, de las presiones de la burocracia en los colegios y su efecto en niños que todo lo captan, de todo esto y de más trata modestamente, sin efectismos pero con contundencia, Monsieur Lazhar.
Basada en una pieza teatral de Evelyne de la Chenelière, me llama especialmente la atención la excelente adaptación al lenguaje cinematográfico, porque no encontramos ni rastro de 'teatralidad' en las imágenes del filme. Si la comparamos con la sobrevalorada Un dios salvaje de Roman Polanski (2011), adaptación de una obra de Yasmina Reza, este Profesor Lazhar es un ejemplo de sutileza y naturalidad, en la que no se exageran hasta la náusea las situaciones ni se enfatizan los diálogos, como ocurría en la de Polanski-Reza.
Entre los aciertos de la película: el guión sin estridencias, firmado por el propio director Philippe Falardeau, que también debe apuntarse su maestría en el trabajo con los actores, sobre todo con los niños. Sin olvidar a los adultos, en especial a Fellag, el actor que encarna ese personaje con el que rápidamente nos identificamos y aceptamos, ese profesor Bachir Lazhar que llega con buenas noticias y es un afortunado, como indica el significado de su nombre en árabe.

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