lunes, 23 de enero de 2012

LOS DESCENDIENTES. Echar raíces en el paraíso


LOS DESCENDIENTES. Título original: The descendant. País: USA. Año: 2011. Duración: 110 min. Dirección: Alexander Payne. Intérpretes: George Clooney, Shailene Woodley, Amara Miller, Nick Krause, Judy Greer, Matthew Lillard, Beau Bridges, Patricia Hastie, Robert Forster, Mary Bridsong, Rob Huebel. Guión: Alexander Payne, Nat Faxon y Jim Rash, basado en la novela de Kaui Hart Hemmings. Producción: Jim Burke, Alexander Payne y Jim Taylor. Fotografía: Phedon Papamichael. Montaje: Kevin Tent. Diseño de producción: Jane Ann Stewart. Vestuario: Wendy Chuck. Distribuidora: Hispano Foxfilm. Género: Comedia dramática. Estreno en USA: 16 Noviembre 2011. Estreno en España: 20 Enero 2012.
Alexander Payne es un director que se hace bastante de rogar -Election (1999), A Propósito de Schmidt (2002), Entre copas (2004)- pero cuando estrena una película hay que estar atentos y no dejarla escapar. Así ocurre con Los descendientes, una historia dramática con tintes de comedia o quizás una comedia negra con mucho de drama.
Está ambientada en las paradisíacas islas Hawai, enclave típico del dolce far niente sí, pero con el propósito de derribar tópicos. No todo es idílico allí. Como en cada lugar del mundo, sus gentes también sufren varapalos, sean ricos o pobres... es la vida misma. Los descendientes, adaptación de la novela homónima de la joven hawaiana Kaui Hart Hemmings, retrata a una familia que pasa por una terrible pérdida mientras intenta recomponer relaciones y subsanar errores. El padre, un George Clooney con barriguita bastante alejado de su conocida estampa de sex symbol, recorre un camino, a veces extravagante y otras muy profundo, en el que coinciden tanto sus descendientes como sus antepasados para que él, entre ambos, aprenda a tomar decisiones personales, no sólo laborales.
Payne narra con pulso sereno las idas y venidas de una isla a otra de este padre, sus dos hijas y el novio colgado de la mayor. Un grupo lánguido pero cómico, que me recuerda mucho a la familia de la maravillosa Pequeña Miss Sunshine de Jonathan Dayton (2006), en la que también ocurrían hechos durísimos bajo un halo de humor cínico muy inteligente.
Quizás la película contenga demasiadas piezas que encajar, y alguna como la de la herencia de las tierras familiares se resuelva de forma un tanto previsible, pero también posee una riqueza emocional difícil de encontrar en el cine hoy día. Las interpretaciones de todo el reparto superan la media, destacando la del abuelo, el legendario Robert Forster, la hija mayor, Shailene Woodley, y por supuesto la de Clooney, al que este tipo de personajes comunes como el  que interpretó también en Up in the Air de Jason Reitman (2009), le encajan como anillo al dedo.

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