EL MONJE. Título original: Le moine. Países: Francia y España. Año: 2011. Duración: 101 min. Dirección: Dominik Moll. Intérpretes: Vincent Cassel, Déborah François, Joséphine Japy, Sergi López, Catherine
Mouchet, Jordi Dauder, Geraldine Chaplin, Roxane Duran, Frédéric Noaille,
Javivi Gil Valle. Guión: Dominik Moll y Anne-Louise Trividic, basado en la novela homónima de
Matthew G. Lewis. Producción: Michel Saint-Jean. Fotografía: Patrick Blossier. Música: Alberto Iglesias. Montaje: François Gédigier y Sylvie Lager. Diseño de producción: Antxón Gómez. Vestuario: Bina Daigeler. Distribuidora: Vértice Cine. Género: Drama, Suspense. Estreno en Francia: 13 Julio 2011. Estreno en España: 27 Enero 2012. Estreno en Sevilla: 8 Noviembre 2011 en el Festival de Cine Europeo.
La pudimos ver dentro de la
sección Eurimages del pasado Sevilla Festival de Cine Europeo. El monje es la tercera película como
director de Dominik Moll después de Harry, un amigo que os quiere (2000) y Lemming (2005). Ésta no la he visto pero
la primera me pareció un debut espléndido con
una historia inquietante protagonizada astutamente por mi admirado Sergi López.
Precisamente en El monje, el actor español tiene un
pequeño papel que abre y cierra la película. Encarna a un pervertido que
confiesa sus pecados a un clérigo que, paradójicamente, vivirá sus propios
pecados carnales. La historia se sitúa en un monasterio español en el siglo XVI
y en la primera media hora de metraje el planteamiento promete mucha más
profundidad y turbulencia que el folletín verbenero en que se convierte
después.
Una lástima, porque el
perturbador retrato de Harry en la primera de las películas de Moll, así como una sabia y contenida interpretación de Vincent Cassel como el monje protagonista de
ésta, me hacían presagiar una película sobre el lado oscuro de los que dedican
su vida a la fe mucho mejor de lo que resulta finalmente. Entre los fallos está
la composición de algunos personajes, llenos de tópicos, como el de la abadesa
interpretada por Geraldine
Chaplin, el efectista pacto con el diablo o el desvarío del
final.
En fin, que se disfruta al
principio y se logra ver entera sólo gracias al buen hacer del actor francés y,
sobre todo, a la maravillosa partitura de nuestro compositor más internacional,
Alberto Iglesias. Quién, por cierto, está
nominado al Oscar por otro gran trabajo suyo del año pasado, el de El Topo.
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