LOS DESCENDIENTES. Título original: The descendant. País: USA. Año:
2011. Duración: 110 min. Dirección: Alexander
Payne. Intérpretes:
George Clooney, Shailene Woodley, Amara
Miller, Nick Krause, Judy Greer, Matthew Lillard, Beau Bridges, Patricia
Hastie, Robert Forster, Mary Bridsong, Rob Huebel. Guión: Alexander Payne, Nat Faxon
y Jim Rash, basado en la novela de Kaui Hart Hemmings. Producción: Jim Burke, Alexander Payne y Jim Taylor. Fotografía:
Phedon Papamichael. Montaje: Kevin Tent. Diseño de producción: Jane Ann Stewart. Vestuario: Wendy Chuck. Distribuidora: Hispano Foxfilm. Género: Comedia dramática. Estreno en USA: 16 Noviembre 2011. Estreno en España: 20 Enero 2012.
Alexander Payne es un director que se hace bastante de rogar -Election (1999), A Propósito
de Schmidt (2002), Entre copas
(2004)- pero cuando estrena una película hay que estar atentos y no dejarla
escapar. Así ocurre con Los descendientes,
una historia dramática con tintes de comedia o quizás una comedia negra con
mucho de drama.
Está
ambientada en las paradisíacas islas Hawai, enclave típico del dolce far niente sí, pero con el
propósito de derribar tópicos. No todo es idílico allí. Como en cada lugar del
mundo, sus gentes también sufren varapalos, sean ricos o pobres... es la vida
misma. Los descendientes, adaptación
de la novela homónima de la joven hawaiana Kaui
Hart Hemmings, retrata a una familia que pasa por una terrible pérdida mientras
intenta recomponer relaciones y subsanar errores. El padre, un George Clooney con barriguita bastante
alejado de su conocida estampa de sex
symbol, recorre un camino, a veces extravagante y otras muy profundo, en el
que coinciden tanto sus descendientes como sus antepasados para que él, entre
ambos, aprenda a tomar decisiones personales, no sólo laborales.
Payne narra con pulso sereno las idas y venidas de una isla a otra de este
padre, sus dos hijas y el novio colgado de la mayor. Un grupo lánguido pero
cómico, que me recuerda mucho a la familia de la maravillosa Pequeña Miss Sunshine de Jonathan Dayton (2006), en la que
también ocurrían hechos durísimos bajo un halo de humor cínico muy inteligente.
Quizás la
película contenga demasiadas piezas que encajar, y alguna como la de la
herencia de las tierras familiares se resuelva de forma un tanto previsible,
pero también posee una riqueza emocional difícil de encontrar en el cine hoy
día. Las interpretaciones de todo el reparto superan la media, destacando la
del abuelo, el legendario Robert Forster,
la hija mayor, Shailene Woodley, y
por supuesto la de Clooney, al que
este tipo de personajes comunes como el que interpretó también en Up in the Air de Jason
Reitman (2009), le encajan como anillo al dedo.
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