viernes, 10 de febrero de 2012

MONEYBALL. ¿Una peli sobre beisbol y apasionante? Increíble, pero así es


MONEYBALL: ROMPIENDO LAS REGLAS. Título original: Moneyball. País: USA. Año: 2011. Duración: 133 min. Dirección: Bennett Miller. Intérpretes: Brad Pitt, Jonah Hill, Philip Seymour Hoffman, Robin Wright, Chris Pratt, Tammy Blanchard, Stephen Bishop. Guión: Steven Zaillian y Aaron Sorkin, basado en un argumento de Stan Chervin a partir de una novela de Michael Lewis. Producción: Michal De Luca, Rachael Horovitz, Scott Rudin y Brad Pitt. Fotografía: Wally Pfister. Música: Mychael Danna. Montaje: Christopher Tellefsen. Diseño de producción: Jess Gonchor. Vestuario: Kasia Walicka-Maimone. Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España. Género: Biopic, drama. Estreno en USA: 23 Septiembre 2011. Estreno en España: 3 Febrero 20112.
Que en la terna de los Oscar de este año, siempre tan conservadores, se cuele una película sobre el deporte estrella en EEUU, no es de extrañar, pero que la cinta consiga enganchar y hasta fascinar al espectador foráneo y ajeno totalmente a las normativas del beisbol, sí que es un logro digno de considerar. Es lo que ocurre con Moneyball: Rompiendo las reglas, que a poco de empezar ya interesa lo que ves. Quizás porque el deporte es sólo una excusa para contarnos comportamientos y actitudes humanas.
El protagonista es un ex-deportista (Brad Pitt) convertido en gerente de un club menor que se las verá con la falta de presupuesto para sacar adelante su proyecto de equipo. En sus recorridos por los despachos donde se cuecen los entresijos del beisbol, conocerá a un joven talento de la economía (Jonah Hill) con el que empezará a trabajar para contratar a los jugadores con más probabilidades de triunfo.
El tándem Pitt-Hill, ambos nominados al Oscar en las categorías de actor principal y de reparto respectivamente, es uno de los grandes aciertos de la película. También, sin duda, el espléndido guión de Steven Zaillian (En busca de Bobby Fischer, American Gangster) y Aaron Sorkin (La guerra de Charlie Wilson, La red social). Ambos han logrado la difícil tarea de mantener al espectador durante más de dos horas de metraje pendientes de las negociaciones del protagonista, y lo han hecho evitando repetir los momentos de clímax en partidos vitales para trasladar la tensión máxima a las conversaciones entre dirigentes deportivos. La dirección de Bennett Miller, que ya me convenció en su anterior filme Capote (2005), consigue un buen ritmo narrativo y un equilibrio fantástico entre la presión profesional y la responsabilidad personal de sus protagonistas.
Diálogos brillantes y una emotiva trama secundaria entre el protagonista y la relación con su hija, son otros méritos de esta historia que, afortunadamente, sabe dosificar los flash back -casi siempre inoportunos y aquí con verdadero valor argumental-. Por ponerle alguna pega se me ocurre el desperdicio de una actriz tan buena como Robin Wright, cuyo papel se limita a unos escasos minutos como ex-esposa de Brad Pitt. En general, salvo el personaje de la niña, muy convincente y natural, las mujeres apenas hacen acto de presencia en Monyeball, una lástima. Eso sí Brad Pitt ha redondeado su mejor año como actor hasta la fecha que comenzó con la joya incomprendida por muchos de El árbol de la vida de Terrence Malick, mientras que el orondo Jonah Hill sigue subiendo peldaños en su carrera después de su memorable intervención en Cyrus (2010).

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