sábado, 12 de mayo de 2012

UN LUGAR DONDE QUEDARSE. Las rarezas de Sean Penn

 
UN LUGAR DONDE QUEDARSE. Título original: This must be the place. Países: Italia, Francia e Irlanda. Año: 2011. Duración: 118 min. Dirección: Paolo Sorrentino. Intérpretes: Sean Penn, Frances McDormand, Eve Hewson, Judd Hirsch, Kerry Condon, Harry Dean Stanton, Joyce Van Patten, David Byrne, Olwen Fouéré, Shea Whigham. Guión: Paolo Sorrentino y Umberto Contarello, basado en un argumento de Paolo Sorrentino. Producción: Francesca Cima, Nicola Giuliano y Andrea Occhipinti. Fotografía: Luca Bigazzi. Música: David Byrne, con letras de Will Oldham. Montaje: Cristiano Travaglioli. Diseño de producción: Stefania Cella. Vestuario: Karen Patch. Distribuidora: Alta Classics. Género: Drama. Estreno en Italia: 14 Octubre 2011. Estreno en España: 11 Mayo 2012.
Paolo Sorrentino nos sorprendió a muchos en 2008 con su primera película, Il Divo, una dinámica y rompedora biografía del controvertido político italiano, Giulio Andreotti, que obtuvo el Premio del Jurado en el Festival de Cannes de ese año. Pero en esta otra, donde vuelve a centrarse en un decadente divo pero de la música rock, interpretado por un esperpéntico Sean Penn caracterizado de gótico flipado, no es que me sorprenda, es que me deja noqueada (y no para bien, desde luego).
Dice el director italiano que durante la elaboración del guión y el rodaje de Un lugar donde quedarse, siempre tuvo en mente la maravillosa película de David Lynch, Una historia verdadera (1999), en la que un octogenario cruza Estados Unidos conduciendo su máquina cortacésped para reencontrarse con su hermano con el que hace años que no mantiene ninguna relación. Ojalá se hubiera parecido mínimamente a esta extraordinaria obra, pero ni de lejos. Aquí el personaje de Penn viaja también por la América profunda pero para encontrar a un nazi al que buscaba su padre recién fallecido, con el que tampoco se hablaba desde tiempo atrás. Y en lugar de en cortacésped, Cheyenne (así es como se llama el músico que interpreta Sean Penn con pinta de Sra.Doubtfire en negro azabache) se mueve asido siempre a su pequeña maletita de ruedas, que parece que tira de él de lo colgado que va.
Ni el ritmo narrativo, absolutamente plúmbeo, ni la intención de profundizar en el mundo interior del personaje principal, ni los encuentros de éste con otras gentes que van apareciendo en su camino, consiguen interesar al espectador mínimamente. Sólo sigues Un lugar donde quedarse porque no te puedes creer que Sean Penn sea el fantasma de pelo cardado que estás viendo desde el principio (si eliges la V.O.S también te sorprenderá el tono de voz que ha adquirido el actor para este papel).
Si tengo que destacar algo positivo de la película, me quedo con la fotografía y con el personaje de Rachel, la joven madre que acoge a Cheyenne en su viaje, el único que parece real de todos. La música también es de calidad.
En fin, si te van las excentricidades o eres incondicional de Sean Penn, échale un vistazo, pero si vas de cinéfilo normalito, elige otra peli de la cartelera.

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