PROFESOR LAZHAR. Título original: Monsieur
Lazhar. País:
Canadá. Año: 2011.
Duración:
94 min. Dirección:
Philippe
Falardeau. Intérpretes: Mohamed Fellag, Sophie Nélisse, Émilien Néron,
Danielle Proulx, Brigitte Poupart, Vincent Millard. Guión: Philippe
Falardeau, basado en la obra de Evelyne de Chenelière. Producción: Luc
Déry y Kim McCraw. Fotografía: Ronald
Plante. Música:
Martin Léon. Montaje: Stéphane
Lafleur. Diseño de producción: Emmanuel Fréchette. Vestuario: Francesca
Chamberland. Distribuidora: A Contracorriente. Género: Drama.
Estreno
en Canadá: 28 Octubre 2011. Estreno en España: 18
Mayo 2012.
Procede de Canadá, una cinematografía que no se
prodiga demasiado por estos lares. Pero después de su nominación al Oscar a la
Mejor Película de Habla no Inglesa y de su paso afortunado por distintos
festivales (entre ellos la pasada Seminci de Valladolid, donde consiguió el
Premio de la Crítica y el de Guión) Profesor
Lazhar llega a nuestros cines, siendo una de las películas de estreno más
interesantes de la cartelera en estos momentos.
Recomendable, por supuesto, por su temática. Como
las estimables Hoy empieza todo, de Bertrand
Tavernier (1999), o La Clase, de Laurent
Cantet
(2008), también ésta se ocupa del complejo mundo de la educación. En concreto
está ambientada en la fría ciudad de Montreal, en un aula de niños de 12 años
que acaban de sufrir la muerte traumática de su profesora. Enterado por la
prensa del suceso, como sustituto al puesto se presenta un inmigrante argelino,
Bachir Lazhar, que será contratado de
inmediato. Enseguida empleará sus particulares métodos para que los chicos se
enfrenten a la pérdida de la maestra y a sus propios miedos al tiempo que él se
reencuentra con su tragedia personal, la que le ha llevado a exiliarse a
Canadá.
Este drama está narrado con una sensibilidad
exquisita pero sin sensiblería lacrimógena, con ventanas abiertas al humor y con
un sentido común que pone en evidencia las técnicas actuales de la enseñanza en
oposición a la educación. Una educación plena, que también debería ser
asignatura obligada en las escuelas y que tantas veces se deja a un lado para
que sean los progenitores los que se ocupen de inculcar valores a sus hijos,
sin conseguirlo siempre. Del papel real del profesorado, de las presiones de la
burocracia en los colegios y su efecto en niños que todo lo captan, de todo
esto y de más trata modestamente, sin efectismos pero con contundencia, Monsieur Lazhar.
Basada en una pieza teatral de Evelyne
de la Chenelière, me llama especialmente la atención la excelente
adaptación al lenguaje cinematográfico, porque no encontramos ni rastro de
'teatralidad' en las imágenes del filme. Si la comparamos con la sobrevalorada Un dios salvaje de Roman
Polanski
(2011), adaptación de una obra de Yasmina
Reza,
este Profesor Lazhar es un ejemplo de
sutileza y naturalidad, en la que no se exageran hasta la náusea las
situaciones ni se enfatizan los diálogos, como ocurría en la de Polanski-Reza.
Entre los aciertos de la película: el guión sin
estridencias, firmado por el propio director Philippe
Falardeau, que también debe apuntarse su maestría en el trabajo con los actores,
sobre todo con los niños. Sin olvidar a los adultos, en especial a Fellag, el actor que encarna ese
personaje con el que rápidamente nos identificamos y aceptamos, ese profesor Bachir Lazhar que llega con buenas noticias y
es un afortunado, como indica el significado de su nombre en árabe.
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