jueves, 21 de junio de 2012

HYSTERIA. La revolución del vibrador

 
HYSTERIA. País: Reino Unido. Año: 2011. Duración: 103 min. Dirección: Tanya Wexler. Intérpretes: Maggie Gyllenhaal, Hugh Dancy, Jonathan Pryce, Rupert Everett, Felicity Jones, Gemma Jones, Sheridan Smith, Ashley Jensen. Guión: Jonah Lisa Dyer y Stephern Dyer, basado en un argumento de Jonah Lisa Dyer, Stephen Dyer y Howard Gensler. Producción: Tracey Becker, Judy Cairo y Sarah Curtis. Fotografía: Sean Bobbitt. Música: Cast Waltzing. Montaje: Jon Gregory. Diseño de producción: Sophie Becher. Vestuario: Nic Ede. Distribuidora: Vértigo Films. Género: comedia. Estreno en Reino Unido: 21 Septiembre 2012. Estreno en España: 15 Junio 2012.
A finales del año pasado se estrenaba Un método peligroso, de David Cronenberg, una estupenda película que también trataba el tema de la histeria femenina en el personaje interpretado por Keira Knightley, aunque principalmente se ocupara de la relación triangular entre ésta y los doctores Jung y Freud (Michael Fassbender y Viggo Mortensen) así como del origen del psicoanálisis. Ahora, con un tratamiento mucho más liviano, llega otra película que aborda asuntos relacionados con la insatisfacción sexual femenina confundida en la época victoriana con trastornos uterinos a los que denominaron como histeria.
Hysteria, de Tanya Wexler (directora norteamericana de escaso recorrido laboral hasta la fecha) se deja ver como un entretenimiento curioso y a ratos hasta divertido, que se ocupa tanto del revolucionario invento del vibrador como del no menos determinante papel de la mujer en la sociedad británica de finales del siglo XIX, cuando empezaba a reclamar sus derechos en la lucha feminista. Lo malo es que el modo de contar ambos acontecimientos no resulta todo lo elegante que nos esperábamos de una producción británica, con la mayor parte del reparto de estas latitudes, excepto la americana Maggie Gyllenhaal, cuya interpretación tiende un poco a la sobreactuación y la estridencia. El peso de la acción lo lleva, sin embargo, el comedido personaje de Hugh Dancy -al que hace poco vimos en el papel de cuñado de la protagonista en la perturbadora Matha Marcy May Marlene-. Ni Gyllenhaal ni Dancy logran expresar la anhelada química de las parejas románticas, ni el resto del reparto británico destaca nada más que por su histrionismo esta vez (como la diva de la ópera en la consulta del doctor).
Y aunque en los aspectos técnicos o artísticos la peli no sea un ejemplo de perfección o maestría, sí que merece la pena echarle un vistazo porque nos sitúa en un momento histórico interesante, aunque pase de puntillas por él, y nos descubre quién y, sobre todo, cómo se descubrió ese aparato que ha hecho vibrar de placer a tantas y tantas personas desde su creación. Lo dicho, una comedia curiosilla.

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