THE ARTIST. País: Francia. Año: 2011. Duración: 100 min. Dirección y guión: Michel Hazanavicius. Intérpretes: Jean Dujardin, Bérénice Bejo, John Goodman, Malcolm McDowell, Penelope Ann Miller, James Cromwell, Beth Grant, Missi Pyle, Joel Murray, Beau Nelson. Producción: Thomas Langmann y Emmanuel Montamat. Fotografía: Gillaume Schiffman. Música: Ludovic Bource. Montaje: Anne-Sophie Bion y Michel Hazanavicius. Diseño de producción: Laurence Benntt. Vestuario: Mark Bridges. Distribuidora: Alta Classics. Género: Drama, romance. Estreno en Francia: 12 Octubre 2011. Estreno en España: 16 Diciembre 2011. Estreno en Sevilla: 5 Noviembre 2011, en marco del Festival de Cine Europeo.
Soy una de las afortunadas que pudieron ver The Artist en el pasado Sevilla Festival de Cine Europeo. Había máxima expectación para esta película que venía con la estela de triunfadora allá por donde se había proyectado, y a mí y a muchos otros no nos defraudó. Es una auténtica delicia. También es una rara avis en la cartelera por estar rodada en blanco y negro y ser muda prácticamente todo su metraje. Pero que esto no te desanime, mejor aún, aprecia la diferencia y déjate deslumbrar por ella.
Los comienzos del cine y en concreto el traumático paso del mudo al sonoro para algunas estrellas, están aquí narrados en una perfecta combinación de gracia y emotividad. Personalizado en un ídolo de masas y en una debutante que le pisará los talones apenas sin darse cuenta, The Artist va del humor al drama, del romance al musical, con una facilidad inusual. Hay hasta un personaje canino que despierta todas las simpatías, como guiño especial a aquellos animalitos que brillaron en las primeras décadas de la historia del cinematógrafo.
Pero su mayor acierto no es que tenga una pareja protagonista memorable: Jean Dujardin derrochando seducción y Bérénice Bejo sorprendiendo con su desparpajo, ambos haciendo gala de esa química tan perseguida en todos los casting que se precien. Lo mejor tampoco es que tenga secuencias inolvidables por su sencillez y su belleza, como ese momento en el que la joven actriz se enamora del galán y juega a solas con su esmoquin simulando un abrazo. No, lo realmente impresionante de esta producción francesa de director poco o nada conocido, Michel Hazanavicius, es que ha conseguido recrear toda la magia del cine en su hora y media de metraje.
Que la maravillosa banda sonora no se corresponde con las que se estilaban en el tiempo en el que se ubica la acción, o que el grano de la película tampoco es como el que había en aquella época, son sólo argumentos ñoños, pequeñeces para exigentes inconformistas. Para el espectador con ansias de buen cine, The Artist es un regalo, una pequeña gran joya que no te debes perder.
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