EL HAVRE. Título original: Le
Havre. Países:
Finlandia, Francia y Noruega. Año: 2011. Duración: 93
min. Dirección
y guión: Aki Kaurismäki. Intérpretes: André
Wilms, Kati Outinen, Jean-Pierre Darrousin, Blondin Miguel, Elina Salo, Evelyne
Didi. Producción:
Aki Kaurismäki, Fabienne Vonier y Reinhard Brunding. Fotografía: Timo
Salminen. Montaje:
Timo Linnasalo. Diseño de producción: Wouter
Zoon. Vestuario:
Fréderic Cambier. Distribuidora: Golem.
Género:
Drama social. Estreno
en Finlandia: 9 Septiembre 2011. Estreno en España: 28
Diciembre 2011. Estreno
en Sevilla: 7 Noviembre 2011 en el marco del Festival de
Cine Europeo.
El cine finés sería un
perfecto desconocido si no existiera Aki Kaurismäki, aunque a pesar de él quizás
para el gran público sigue siéndolo. Pero seguro que muchos conocerán algún
título de su larga obra en la que destacan: La
chica de la fábrica de cerillas (1990),
Contraté a un asesino a sueldo (1993, Un
hombre sin pasado (2001), o este El
Havre, que para mí ha sido todo un regalo.
No pude verla en el Sevilla
Festival de Cine Europeo, pero la he recuperado en su estreno comercial. Algo
que recomiendo a todo aquel que no la haya visto aún porque se puede llevar una
sorpresa tan agradable como la mía. Es cine social pero distinto al que estamos
acostumbrados. Lejos del pesimismo y negritud habitual en este género (recordad
algunos títulos de Ken Loach o de Robert Guédiguian, por citar sólo dos ejemplos de
directores europeos actuales) Kaurismäki desarrolla aquí una fábula que derrocha positividad
por los cuatro costados. A pesar de retratar el ambiente más pobre de esta
ciudad portuaria de la Normandía francesa, lo hace con una rica gama de colores
de cuento. Y si sus gentes carecen de recursos, como es el caso, lo que no les
faltan son valores humanos, sobre todo solidaridad. Desde luego no viven en un
mundo ideal, sin problemas ni obstáculos, los tienen todos pero también tienen
confianza y superan las adversidades ayudándose unos a otros. ¡Ejemplar!.
El protagonista de la
historia es un limpiabotas que, por casualidades del destino, se hará cargo de
un joven inmigrante ilegal mientras su esposa sufre una grave enfermedad. Un
policía les vigila, pero las cosas no siempre son lo que parecen... Hay que descubrirla,
hay que dejarse llevar por esa galería de cálidos personajes que miran a cámara
como si les fuera la vida en ello, y hay que permitirse la posibilidad de que
el mundo no sea tan triste y egoísta como los informativos se empeñan en
proclamar. El Havre es un canto a la
esperanza donde la música tiene un papel esencial (aunque quizás el único
momento de la película que se me hace pelín pesado sea el del concierto
benéfico de la vieja gloria recuperada).
Con un
protagonista magistral, André Wilms (atención a su rostro en el
plano en el que va a visitar a su esposa al hospital casi al final) y unas
pinceladas de humor irónico tan inteligente como la película entera, El Havre es una de las mejores cintas
del pasado año que, afortunadamente aún se puede encontrar en cartelera.
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